El déficit presupuestario que viven los Centros Culturales Periféricos contribuye a que las mismas no puedan ser dotadas en su totalidad con los recursos tecnológicos y otros requerimientos que ameritan para el desarrollo sostenido de cada una de sus actividades. En este sentido, la Dra. Salas dijo:   “el presupuesto que se maneja es deficiente, debido a que el recorte presupuestario ha disminuido en gran número los recursos que se destinan a estos Centros”. Así como también, consideró: “muy poco se provee de recursos tecnológicos a estos Centros en virtud de la escasez presupuestaria”.

     De igual manera, el desarrollo de una cultura comprometida con el mejoramiento continúo, se encuentra ligado a programas que sean permanentes para el mejoramiento, capacitación y perfección de los servicios que desde estos Centros se tendrían que ofrecer; donde el recurso económico es fundamental para que la eficiencia de los mismos pueda conllevar a la recurrencia debida de cada uno de estos programas, que más allá de ser puestos medianamente en práctica, sirvan como eje precursor de nuevas estrategias basadas en un servicio de calidad que optimice el desempeño laboral desde el nivel formativo o educativo que ofrecen estos Centros o Casas Culturales, hasta culminar en procesos académicos que sean eficientes. 

     Asimismo, la satisfacción de las necesidades y expectativas sobre las actividades que se generan desde las Casas Culturales se ven sujetas nuevamente el factor económico, el cual se antepone a lo que podría originar una mejor conducción en los planes de gestión de estas instituciones culturales, puesto que a pesar de la existencia de acciones de autogestión, cogestión y responsabilidad social que contribuyen a la consecución de recursos para dichas instituciones, no se hace suficiente para la demanda de necesidades que desde los mismos se generan.

      Por su parte, el Lic. Edínson García dijo: “sí existen talleres de mejoramiento y capacitación para el personal, aunque estos no tienen la continuidad que deberían poseer”.  Asimismo, García aseveró que la Secretaría de Cultura no maneja un presupuesto fijo, sino a través de la autogestión pueden abastecer en gran medida a estas Casas Culturales con los recursos que necesiten, sin olvidar que la misma no abarca la totalidad de requerimientos que se generan, por lo cual se hace importante e ineludible el suministro de recursos por parte del Estado, el cual ayudaría al desarrollo sostenido de las actividades que se desarrollan en estos Centros.

     A su vez, la no correspondencia podría evidenciarse en el Manual de Políticas Culturales del Estado Zulia, donde se estipula en su Política Cultural número 4, ”Política Económica”, perteneciente al eje temático Gerencia Cultural, que el presupuesto cultural debe ser suficiente, consolidado equilibrado y oportuno, con el propósito de llevar acciones que inicien desde la elaboración de un presupuesto que se corresponda con el plan operativo de cada una de las dependencias de la Secretaría de Cultura. Es entonces aquí, donde quizás, a podido evidenciarse en gran medida la discrepancia de estas estrategias con la realidades de las Casas Culturales, lo que ha causado procesos inconclusos acerca de sus acciones.